os digo os valdo

Pedro, ¿ me das tus pies ?

¿ Mis manos, dijeras ?

No, he dicho tus pies …

tus pies embarrados

de pisar bien la tierra;

tus pies fracasados

que lloran su espera;

tus pies ya cansados

de dar tantas vueltas;

tus pies lastimados,

y por la misma piedra;

tus pies que cargados

caminan a tientas,

y creyéndose no amados,

van detrás de otras huellas.

Necesito tomarlos.

Que ésta, sea hoy tu entrega.

He venido a aliviarlos

de esa falsa pureza

que es andar por el mundo

sin bajar la cabeza.

Mira bien lo que hago;

¡lo que tu maestro te enseña!

Y con tus pies ya lavados,

Lava los que ti se acercan.

¿Anda!, levántate de la mesa;

“que el que humano se sabe,

hermanos encuentra”.

Javier Albisu sj